“Instagramear” es un término que se refiere a la acción de subir contenido a la red social de Instagram. Ante esta primera definición, nos encontramos con una de las muchas nuevas palabras que han aparecido y que tiene una repercusión masiva en el lenguaje social. La aparición de palabras inéditas es posible gracias a la gran importancia que se le da a Internet y a las redes sociales. Además hay que entender que el lenguaje es como una entidad viva y por lo tanto van desapareciendo y apareciendo nuevas palabras en el lenguaje.
Pero este nuevo término, Instagramear, no solo conlleva la acción de subir contenido sino que también conlleva una forma de vida, una filosofía. Muchas personas que usan esta aplicación no solo lo hacen como entretenimiento, sino como forma de trabajo y de vida. Ya en 2015, se hacía un alegato al “yo online” de Instagram, un psicoanálisis del adicto a publicar contenido en dicha red social. Se puede decir que esta App potencia un sentido de comunidad y te permite ver la vida desde la perspectiva de otros, pero esto nos lleva a una serie de preguntas. ¿Y si la vida que se nos muestra no es la real?, ¿Y si vemos solo una parte de lo que se publica?, ¿Dónde está el límite?.
Paula Sibilia, una destacada antropóloga, rescató un término usado por Lacan. Éste es extimidad. En un principio, expresa la manera en que el psicoanálisis problematiza las oposiciones aparentes entre lo externo y lo interno. Actualmente, nos referimos con extimidad al hecho de hacer externa la intimidad. A Paula Sibilia esto le llamó mucho la atención en los blogs como diarios íntimos. Cabe destacar que todo ello se ha ido potenciando en los últimos años y que ha cambiado la forma en que nos construimos como sujetos y como consumidores y usuarios. Cada vez nos definimos más a través de lo que se muestra y de lo que los otros ven, y eso confirma que existimos. Pero la extimidad no es únicamente mostrar “lo que está dentro”, sino que lo haces de la forma que tú quieres. Es decir, que al saber que estás exponiendo tu intimidad lo haces de forma distinta. Gracias a ello y a la creatividad y a la democratización de los medios, como por ejemplo Instagram, cualquiera puede ser protagonista en la sociedad actual (en el caso de Instagram se les denomina Instagramers o Influencers, de lo que ya se hablará más adelante)
Todos queremos ver, ser o parecer a los famosos del “espectáculo de la realidad”. Para conseguir ese éxito, es necesario ficcionalizar lo que se es recurriendo a las redes sociales, como si estuviéramos siendo filmados constantemente, pero en este caso somos nosotros mismos los que nos filmamos. La subjetividad de las publicaciones hoy en día ganan consciencia y se vuelven reales convirtiendo la propia intimidad en un espectáculo y la personalidad en algo que depende e los demás, de los que te siguen y que te ven. Todo ello legitimiza el hecho de que el protagonista de ese show existe y de la espectacularización de la vida.
En definitiva, la invención de nuevos verbos designando una acción de una red social reafirma el hecho de que cada día el uso de instagram se esta instaurando como un hábito, y a su vez como una obligación, ya que aquella persona que no tiene un usuario en esta red se podría decir que no existe. Si que es verdad que gracias a esta red social te permite poder ver la forma de vida de esas personas, pero también es cierto que parece que nos estemos vigilando los unos a los otros y por ello se busque siempre la aprobación de todos los usuarios y seguidores. Muchas veces el hecho de subir contenido a las redes, últimamente sobre todo en instagram, se convierte en algo enfermizo y agobiante ya que todo ello permite que se visibilice y muchas veces te permite crecer como profesional, como por ejemplo fotógrafos, pero siempre intentando satisfacer a los seguidores y conseguir más y más, dándole así un valor a un número de likes, de segudiores y de comentarios, y no a la calidad del contenido que se está publicando. Los límites entre lo privado y lo público se estan desvaneciendo esto puede tener una parte positiva, que es que permite ver si alguien tiene algún proble y ayudarle a solucionarlo, pero muchas veces no sabemos donde está el limite de esa vigilancia.
Bibliografía utilizada:
GRIPPO, JORGE. (2012) Extimidad. Psiconotas.com Recuperado de https://www.psiconotas.com/extimidad-319.html
SIBILIA, PAULA. (2009). En busca del aura perdida: Espectacularizar la intimidad para ser alguien.
Psicoperspectivas, VIII (2), 309-329. Recuperado de http://www.psicoperspectivas.cl/index.php/psicoperspectivas/article/viewFile/83/82
ZAVALA, JOSÉ MARÍA. (2010). Paula Sibilia: La intimidad como espectáculo. Los lunes de El Imparcial. Recuperado de https://www.elimparcial.es/noticia/59162/paula-sibilia-la-intimidad-como-espectaculo.html
- BLANCA F.
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