domingo, 17 de noviembre de 2019

La censura en Instagram y el movimiento #FreeTheNipple



No es nada nuevo que Instagram esté en el ojo del huracán a causa de las polémicas en las que está envuelto. Por no irnos muy lejos, unas de las últimas son la que está surgiendo a raíz de la progresiva desaparición de los likes de las publicaciones, algo de lo que hablaremos en una entrada del blog más adelante, y la de la suscripción a la lista de mejores amigos de unos influencers por cuatro euros al mes. Pues bien, la censura no se escapa de esta espiral de controversia en la que hay posturas muy distintas. Porque sí, a día de hoy sigue habiendo censura en las redes sociales, y es lo que nos aparece como en la siguiente foto, lo que se califica públicamente como "contenido delicado"


Aunque no es solamente eso lo que podríamos meter en el saco de la censura, sino también las publicaciones que son directamente eliminadas, tras pasar un "filtro" que selecciona qué está bien publicar y qué no, o las cuentas bloqueadas por ser consideradas demasiado ofensivas tras haber publicado contenido de este calibre. Pero... ¿qué contenidos son los que Instagram considera censurables? La respuesta es sencilla: contenidos que no sean de tu propiedad, desnudos, contenido pornográfico, spam, violencia explícita, contenido que incumpla la ley o divulgue el terrorismo y amenazas o cualquier clase de incitación al odio. Todas estas categorías son comprensibles, pues o bien se pretende defender el marco jurídico o el bienestar de los usuarios de la red social (particularmente de los menores, que hay que recordar que tienen un acceso libre a todo lo que se publica, y en varias ocasiones se ha dado la situación de que ciertas fotografías o vídeos hayan burlado el mecanismo automático de censura). Sin embargo, lo que no es lógico es que, en lo referente a la desnudez, los pezones femeninos sean objeto de veto mientras que los masculinos no lo son. Lo que nos llama especialmente la atención es que la censura de esta red social no es aplicable a los cuadros o a las esculturas, que son absolutamente válidas y, al ser consideradas arte, no son objeto de debate. 

Por supuesto, los influencers no están al margen de esta cuestión, sino que son algunas de las personas que más luchan por el movimiento #FreeTheNipple (una iniciativa que surgió como respuesta a la censura, un movimiento con el objetivo de que se dejen de condenar las fotos en las que aparecen pezones femeninos; Lina Esco fue la primera en promover esta actitud en pos de la igualdad). Poniendo uno de los ejemplos de influencers que luchan por erradicar cualquier vestigio de misoginia en Instagram, Melo Moreno publicó una foto (a @melomoreno; unos 795.000 seguidores) junto con sus amigas en una piscina en la que los pezones se distorsionaban al estar contra una de las paredes de cristal de la misma. Instagram no censuró la fotografía, aunque, tal y como ella misma relataría más tarde en un vídeo que publicó a YouTube para darle todavía más visibilidad al caso, sí que se la censuraron a otras personas que la compartieron después para difundir lo que la chica había conseguido. Este fue uno de los logros femeninos más sonados en contra de lo que la plataforma social defendía, y muchas otras personas se animaron a intentarlo por ellas mismas, con lo que el movimiento Free the nipple estuvo más que latente en el foco mediático.


El acontecimiento más reciente ha sido el de la noche del 14 de noviembre, cuando Mon Laferte (cantante latinoamericana consagrada que es una de las más escuchadas internacionalmente) se hizo con varios Grammy Latinos y acudió a la alfombra roja desnuda de cintura para arriba, mostrando sus pechos con un mensaje reivindicativo que causó reacciones tanto positivas como negativas y que decía "En Chile torturan, violan y matan". Con él hacía referencia a lo que se está viviendo en estos instantes en Chile, donde hay desde hace un mes aproximadamente una oleada de protestas en contra del gobierno de Sebastián Piñera, y a los abusos sexuales hacia la mujer que no cesan. También destacó el pañuelo verde que llevaba anudado al cuello, un símbolo a favor de la legalización del aborto, un tema que sigue patente en Latinoamérica, pues todavía no es legal en algunos de sus países (entre ellos Chile, donde solo se puede realizar si se dan tres condiciones que no están penadas, pero no está legalizado por completo).


El caso de Mon Laferte no queda ahí, sino que, debido a la acogida de algunos sectores y a la importancia del mensaje reivindicado, la cantante subió la fotografía de la alfombra roja a su cuenta de Instagram (@monlaferte; 2'6 millones de seguidores). Lo impactante es que tuvo que hacerlo cubriendo sus pezones con unos emoticonos de flores, censurando ella misma la imagen para que esta no fuera eliminada automáticamente y mostrando lo absurdo de que se censure algo tan natural como el desnudo. Las reacciones a la foto no se hicieron de esperar, y varios artistas comentaron que Instagram tenía que dejar la censura de lado para permitir de una vez por todas que exista la verdadera igualdad entre géneros. Además, la publicación llegó en cuestión de escasas horas a acumular más de más de 400.000 likes, lo que refuerza la idea de que la comunidad de Internet ve en este tipo de casos una causa por la que luchar, mostrar apoyo y concienciar al resto del mundo.


Habiendo comentado los casos más llamativos, toca ver qué alternativas se han ideado para evitar la censura, y es que hay un sector que, viendo un panorama complejo para contenidos más explícitos, se las intenta ingeniar para hacer unos montajes de carácter más artístico como este de la izquierda. Con esta clase de fotografías se pretende hacer una fusión entre elementos sexuales e imaginativos. Ha tenido tanto éxito este estilo que la cuenta en sí (@slimesunday) tiene más de 447.000 seguidores, prácticamente medio millón. Otro de los claros propósitos de la cuenta es la educación sexual, la cual intenta transmitir a su público gracias a una su característica elegancia. Por supuesto, esta producción de contenido no está en las manos de todos, ya que hace falta un mínimo de conocimientos acerca de Photoshop y otros programas para retocar las imágenes, lo que hace que quienes no tengan ni idea puedan igualmente disfrutarlo al haber usuarios que se dedican a ello.


El mayor problema de todo lo que se acaba de comentar es que no tiene sentido alguno censurar los pechos femeninos y no los masculinos, porque lo único que se comunica con ello es que no estamos en igualdad de condiciones y es una idea totalmente nociva que debería terminar ya. En este sentido Instagram tiene mucho que cambiar y mejorar, ya que, si lo que no quieren es que aparezcan pechos, lo justo sería censurarlos todos. O todos o ninguno; seleccionar es discriminar. Por suerte, el feminismo ha llegado para quedarse tanto en las redes sociales como en el espacio público, y ha habido muchas manifestaciones a favor de la igualdad de la mujer en las que se han visto infinidad de carteles con el mensaje Free the nipple y con imágenes sacadas de Internet para ilustrar esa todavía manifiesta irregularidad entre hombres y mujeres.




- RAQUEL M.G.

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